La vida es muy jodida, te intenta tirar de el tren como pueda, te da golpes por cualquier parte, te trae malas amistades, la vida no quiere a nadie, la vida no tiene piedad de las personas buenas, no diferencia el bien de el mal. Para lo único que vivimos es para esquivar esos golpes, o afrontarlos y levantarte. Toda la vida vamos buscando la ansiada felicidad, a ella llegan pocas personas y el que llega no se queda mucho tiempo. Yo intento afrontar a cada golpe con una sonrisa, guardando todo lo malo, intentando sacar solo lo bueno, me intentan tirar por todos los lados de este tren que llega a la felicidad, hasta que yo misma callándome todo, intentado ser mejor persona me tiro al vacío sin darme cuenta, y yo sola otra vez ,porque no dejo que nadie me ayude soy demasiado orgullosa para afrontar que en algunos momentos puedo estar mal, me vuelvo a subir, vuelvo a sonreír, otra vez sin dejar que nadie me ayude , vuelvo a tragarme todo y sigo en ese tren que lleva a la felicidad.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
¿Enamorarse de una persona y que ella solo te haga daño porque no le importes nada de nada? Es la peor sensación de este mundo con diferencia. Sentirse sola y rechazada por una persona a la que amas y que se supone te amaba, es un asesinato en toda regla. Se puede decir que vale más morir, que seguir viviendo con este dolor.
“Nunca pensé en cómo iba a morir, pero morir en lugar de una persona a la que amas, me parece una buena forma de hacerlo.” ¿Le amo realmente? Sí. Lo que no entiendo es: ¿Cómo? ¿Cómo me pude enamorar de una persona a la que conocía de unos días? ¿Cómo?
“¿Qué cómo? –Me responde mi corazón.- Muy sencillo –prosiguió-, porque le miraste a los ojos y sentiste aquellas mariposas en el estómago. Porque con solo una mirada se ganó toda tu confianza aunque fuera un desconocido. Porque que te besara fue la mejor sensación de este mundo. Porque su amor es tu sustento de vida. Porque le amas, y el amor no lo mide el tiempo, sino el alma. Es un destino, y el destino no se cambia, no se mide, no se acaba. Empieza cuando tiene que empezar, y un ‘para siempre’ se le queda corto. Así que, ¿cómo te pudiste enamorar de una persona a la que conocías de unos días? Viendo que era la persona a la que llevabas esperando toda tu vida.”
“Nunca pensé en cómo iba a morir, pero morir en lugar de una persona a la que amas, me parece una buena forma de hacerlo.” ¿Le amo realmente? Sí. Lo que no entiendo es: ¿Cómo? ¿Cómo me pude enamorar de una persona a la que conocía de unos días? ¿Cómo?
“¿Qué cómo? –Me responde mi corazón.- Muy sencillo –prosiguió-, porque le miraste a los ojos y sentiste aquellas mariposas en el estómago. Porque con solo una mirada se ganó toda tu confianza aunque fuera un desconocido. Porque que te besara fue la mejor sensación de este mundo. Porque su amor es tu sustento de vida. Porque le amas, y el amor no lo mide el tiempo, sino el alma. Es un destino, y el destino no se cambia, no se mide, no se acaba. Empieza cuando tiene que empezar, y un ‘para siempre’ se le queda corto. Así que, ¿cómo te pudiste enamorar de una persona a la que conocías de unos días? Viendo que era la persona a la que llevabas esperando toda tu vida.”
martes, 8 de noviembre de 2011
lunes, 7 de noviembre de 2011
La gran verdad..
Conectate, conectate, conectate...
El se ha conectado. Abres su ventana de conversación, sonríes al ver su foto de perfil en pequeñito al lado de la barra de tareas. La abres, y la minimizas. No la quitas del todo, la dejas ahí, a la espera de ver ese circulo verde con un 1 al lado, señal de que esa persona te ha hablado. Esperas. Cambias tu estado, tu tablon lo actualizas, le das a inicio cada 2 minutos, te pones a mirar fotos, te unes a páginas y empiezas a etiquetarte en fotos, simplemente para que, cuando el le de a inicio, te vea, vea que estás conectada. Tus visitas suben como la espuma, está claro que estás el primero. Continúas con estos cambios, abandonando a los demás que sí que tienen tiempo para hablarte. Cierras su ventana, indignada. Pero bajas la lista del chat hasta su nombre, observando si sigue ahí. Hasta que no puedes más y la vuelves a abrir, a la espera de si eso consigue algo. Nada. Los demás siguen hablando, impacientes. No respondes, no tienes ganas. Sólo lo esperas a el.
Son la 2 de la mañana, estás cansada, mañana madrugas, pero no te vas, porque el sigue conectado, y aún tienes la esperanza de que te hable. Entonces se te ocurre la estúpida idea de que quizás se lo ha dejado encendido y en realidad no está. Esa idea te acompaña el cuarto de hora siguiente, con 4 estados, 10 tablones, 20 páginas y 8 comentarios nuevos. Esa idea es lo único que te mantiene despierto.
Le das a actualizar la página, el aparece el primero. Ha cambiado el estado. Le ha comentado una xica. El ha respondido. Está. Está, hablando con otra. Está, pero no conmigo. Entonces cambias radicalmente de pensamiento.
-Desconectate, desconectate, desconectate... si no vas a hablar conmigo, tampoco con ella.
Y deseas con todas tus fuerzas que se vaya, para que paren de hablar. Y cierras su ventana con la esperanza de que al dia siguiente te hablara, pero sigue la lista bajada en su nombre. El número de conectados baja. Miras. Se ha ido. Se ha ido el. Y de repente, te arrepientes de no haberle ablado..
El se ha conectado. Abres su ventana de conversación, sonríes al ver su foto de perfil en pequeñito al lado de la barra de tareas. La abres, y la minimizas. No la quitas del todo, la dejas ahí, a la espera de ver ese circulo verde con un 1 al lado, señal de que esa persona te ha hablado. Esperas. Cambias tu estado, tu tablon lo actualizas, le das a inicio cada 2 minutos, te pones a mirar fotos, te unes a páginas y empiezas a etiquetarte en fotos, simplemente para que, cuando el le de a inicio, te vea, vea que estás conectada. Tus visitas suben como la espuma, está claro que estás el primero. Continúas con estos cambios, abandonando a los demás que sí que tienen tiempo para hablarte. Cierras su ventana, indignada. Pero bajas la lista del chat hasta su nombre, observando si sigue ahí. Hasta que no puedes más y la vuelves a abrir, a la espera de si eso consigue algo. Nada. Los demás siguen hablando, impacientes. No respondes, no tienes ganas. Sólo lo esperas a el.
Son la 2 de la mañana, estás cansada, mañana madrugas, pero no te vas, porque el sigue conectado, y aún tienes la esperanza de que te hable. Entonces se te ocurre la estúpida idea de que quizás se lo ha dejado encendido y en realidad no está. Esa idea te acompaña el cuarto de hora siguiente, con 4 estados, 10 tablones, 20 páginas y 8 comentarios nuevos. Esa idea es lo único que te mantiene despierto.
Le das a actualizar la página, el aparece el primero. Ha cambiado el estado. Le ha comentado una xica. El ha respondido. Está. Está, hablando con otra. Está, pero no conmigo. Entonces cambias radicalmente de pensamiento.
-Desconectate, desconectate, desconectate... si no vas a hablar conmigo, tampoco con ella.
Y deseas con todas tus fuerzas que se vaya, para que paren de hablar. Y cierras su ventana con la esperanza de que al dia siguiente te hablara, pero sigue la lista bajada en su nombre. El número de conectados baja. Miras. Se ha ido. Se ha ido el. Y de repente, te arrepientes de no haberle ablado..
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