miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿Enamorarse de una persona y que ella solo te haga daño porque no le importes nada de nada? Es la peor sensación de este mundo con diferencia. Sentirse sola y rechazada por una persona a la que amas y que se supone te amaba, es un asesinato en toda regla. Se puede decir que vale más morir, que seguir viviendo con este dolor.
“Nunca pensé en cómo iba a morir, pero morir en lugar de una persona a la que amas, me parece una buena forma de hacerlo.” ¿Le amo realmente? Sí. Lo que no entiendo es: ¿Cómo? ¿Cómo me pude enamorar de una persona a la que conocía de unos días? ¿Cómo? 
“¿Qué cómo? –Me responde mi corazón.- Muy sencillo –prosiguió-, porque le miraste a los ojos y sentiste aquellas mariposas en el estómago. Porque con solo una mirada se ganó toda tu confianza aunque fuera un desconocido. Porque que te besara fue la mejor sensación de este mundo. Porque su amor es tu sustento de vida. Porque le amas, y el amor no lo mide el tiempo, sino el alma. Es un destino, y el destino no se cambia, no se mide, no se acaba. Empieza cuando tiene que empezar, y un ‘para siempre’ se le queda corto. Así que, ¿cómo te pudiste enamorar de una persona a la que conocías de unos días? Viendo que era la persona a la que llevabas esperando toda tu vida.”


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